el hombre

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Drama

Personajes:
Hombre (vestido llamativamente)
La Muerte (Vestido de negro, maquillaje acuerdo al personaje. Lleva en una de sus manos una camisa blanca y otra negra.)


Monólogo del Hombre: (eufórico)
-¡Hola! ¡Muy buenas noches público presente!
Permítanme presentarme:
Yo soy el hombre, el protagonista de la historia.
¿Qué? ¿No me reconocen? Franz Kafka en su libro La Metamorfosis escribió sobre mí: “¡Yo soy una cadena que no se puede romper, una muralla que no se puede derribar.” Ése soy yo! ¡Luchando! ¡Peleando! ¡Cayendo! Pero volviéndose a levantar en pos de la gloria y la conquista!
Así lo hizo Alejandro Magno con su hueste de valientes cuando desde Macedonia hasta las orillas del río Indo levantaron un imperio. O cuando Julio César cruzando el Rubicón lanzó la famosa frase que perdura a través de los tiempos: “Vini, vidi, vicci” que traducido es: Vine, ví y vencí.

¡Ah! El hombre no sólo se conforma con conquistar imperios sino que se lanza a la aventura de la conquista del espacio. Desde Julio Verne, el afamado escritor francés de ciencia-ficción, hasta las sondas que se envían al planeta Marte; sin olvidar del momento cumbre cuando Neil Amstrong el primer hombre que pisó la luna dijo desde nuestro satelite natural a todo el mundo: ¡Gente de todos los pueblos! Hoy es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad.
¡Que frase! ¡Que frase!

Y no nos olvidemos de los grandes literatos y sabios de la historia. Desde Homero (no el de los Simpson) hasta Truman Capote. Desde “La Divina Comedia” de Dante hasta “Un mundo para Julius” de Bryce Echenique. Recordemos a Shakespeare; el gran dramaturgo inglés. En su obra cumbre: “Hamlet” lanza a los cuatro vientos el pensamiento existencial que siempre ha rondado al hombre desde tiempos inmemorables: “Ser o no ser... That´s in the question”

¡Ah! Y no nos olvidemos del amor. El amor, el amor...
Sigamos con shakespeare y apasionémonos unos instantes con: “Romeo y Julieta” Porque... ¿Qué hombre no tiene su Julieta... aunque sea chata, gorda, chueca, tuerta, bizca? ¡Cuándo hay amor nada importa! .... y si es bizca... ¡Mejor! Si, si! Así lo era Julieta, el personaje creado por Shakespeare. ¿Acaso desde su ventana no dijo? “Oh Romeo! Romeo! ¿Dónde estás que no te veo? (pone ojos torcidos, mira al público)

¡Ah! Él hombre! No me quiero olvidar de esas frases célebres que salieron inspiradas desde la mente de tantos humanistas y librepensadores. Recordemos a René Descartes, famoso maestro existencialista. Él fue el padre de la filosofía cartesiana. Viviendo en Paris, sentado en la Rue Perignon a orillas del Sena exclamó la siguiente frase en latín: “Cogito, ergo sum” “pienso, luego existo” ¡Qué frase!

Otra frase célebre fue la de un político que no recuerdo ahora su nombre, ni el lugar dónde lo expresó y mucho menos las circunstancias. Él dijo: ¡Joven, si tienes entre 19 y 21 años!.... ¡Tienes 20!

O esta no menos realista: “Estamos al borde de un precipicio, pero con la ayuda de todos ... daremos un paso adelante”

(mientras habla aparece La Muerte) –Silbando la marcha fúnebre

Mira hacia el público, luego mira al Hombre.

La muerte: - ¡Juan José Álvarez Román!
(Mas fuerte) ¡Juan José Álvarez Román!
Hombre. –Si soy yo, hombre pero aguante un momentito me está interrumpiendo. Déjeme terminar.
(Mirando al publico) Como les decía: El hombre...
muerte:- ¡Juan José Álvarez Román! ¡Camisa negra! ¡Condenación!
Hombre:- ¿¡Qué cosa?! Déjese de embromar caballero (se ríe) ¿De donde salió usted? No me haga exaltar! ¡No sea que salga de mí la bestia que todos tenemos!
Además ya le dije que estoy en este auditorio disertando sobre las cualidades del hombre a través de la historia, sus logros, sus sueños (lo interrumpe la muerte)
Muerte:- ¿¡y usted cree que lo están viendo o escuchando? Usted hace unos minutos tuvo un infarto. Usted... Está ....Muerto.!
Hombre: ¡Muerto!? (risa) ¡No me haga reír por favor!
Muerte: ¡Vamos! Compruebe usted mismo lo que le estoy diciendo. Vea!
(hombre se acerca un poco a la gente y hace movimientos rotatorios con sus manos)
(Nerviosismo en el hombre)
Hombre: ¿quién es usted?
(intenta tocar a la muerte, pero reacciona inesperadamente con temor al toque de sus manos en la muerte)
Muerte: - ¡Juan José Álvarez Román! ¡No me haga perder más de mi valioso tiempo! ¡Tome su camisa negra!
Hombre:- (mirando la otra camisa que lleva la muerte) - ¿y para quien es la otra camisita blanca y tan bonita? ¿No se habrá equivocado? (intenta tomar la otra camisa que por supuesto es impedido por la muerte)
Muerte: Esta camisa no es para usted (mira la camisa y después hacia el público) ¡Esta camisa es para los que creyeron!
Hombre:-¿ para los que creyeron?
Muerte: ¡Así es!
Hombre: ¿Para los que creyeron en que?
Muerte:- Para los que creyeron en Jesucristo e hicieron su voluntad.
Hombre:- ¡Ah! Hubiera empezado por allí je! Yo sí creo, desde chiquito. No me he perdido ni una procesión cada vez que necesitaba algo, por ejemplo sacar la tinka le prendía una velita a San Cayetano. Si era ganar el favor de una chica a San Blas, o si era por un mejor trabajo a San Pancracio.
Si! ¡Y en octubre mi color es el morado! (muestra que lleva debajo un polo morado)
(Nota: esto es en el caso del Perú, otros países corregirán el guión de acuerdo a sus costumbres religiosas)
Muerte:- (casi gritando) ¡y quien le dijo que eso es hacer la voluntad de Dios!?
Hombre:- ¡Déjeme terminar! Siempre he ayudado a los más necesitados. He intentado hacer el bien a diestra y siniestra yo... (lo interrumpe la muerte)
Muerte:-La voluntad de Dios no tiene que ver con ganarse el cielo con esfuerzos humanos. Los esfuerzos del hombre por llegar a Dios siempre han sido infructuosos ¡y hasta desastrosos! El hombre siempre chocará con una barrera infranqueable
Hombre: ¿Barrera infranqueable?
Muerte: ¡Sí! Se llama pecado, que no es otra cosa que errar el blanco, apartarse del camino! Y lo paga de todo eso es... la muerte!
Hombre: (ojos al vacío) ¿muerte? ¿Muerte? ¿Muerte?
Muerte:- ¡Si y condenación perpetua!
Hombre: (mirando al publico señalando a personas)
-¿y qué de ellos? ¿Por qué no va a ellos? (desesperación) ¡Déjeme tranquilo!!
Muerte: Ellos también van a pasar por esto. Dependiendo de las decisiones que tomen en el camino van a recibir; vida eterna en la presencia de Dios (muestra la camisa blanca) o condenación y sufrimiento (Muestra la otra camisa)
¡Pero usted ya tuvo oportunidades! Camisa negra Condenación!
Hombre (desesperacion en su expresión)
¡¡¡No!!! Deme una oportunidad por favor, por lo que mas quiera (llora)
Muerte:- ¿Oportunidad? Si oportunidades hubieron y a montones:
3 de febrero de 1974: Su padre en el lecho de muerte le imploró que aceptara como su Señor y Salvador a Jesucristo. Quería verlo a usted con su vida cambiada por el amor de Dios antes de que muriera para partir a la presencia de Dios. Usted, ¡usted culpó a Dios por la enfermedad de su papá!
13 de septiembre de 1975.
En la universidad su compañero Carlos Estévez, cristiano; le compartió del evangelio cientos de veces. ¿Se acuerda como se reía y burlaba de él?
15 de septiembre de 1976
Su abuelita le regaló una Biblia. Ella le dijo que en ella iba a encontrar usted todas las respuestas para los interrogantes que pudiera tener. Que en Su Palabra iba a encontrar la luz ¿Sabe que hizo usted? La dejó empolvar en un sucio baúl.
¿Sigo?
Hombre: (llorando y lamentándose) NOOOO!
Muerte: Camisa negra Condenación!
(se la da entre sus manos)
Hombre: (cae de rodillas con la camisa entre sus manos. Va cayéndose despacio y lanza un grito desgarrador)
Muerte: (Recoge la camisa negra la estira con esmero yendo hacia el público se para ante una que otra persona y desaparece

FIN